¡¡Justo en el momento en que pensé que por fin el destino te puso un rostro amor mio!!
En aquel instante en que creí haberte encontrado... Te volviste espuma, y el frío invierno de mis sueños rotos me envolvió con su bruma.
Dejando a mi espíritu irremediablemente atormentado.
Justo cuando creí que había terminado mi búsqueda eterna... De aquel amor que por fin le brindaría a mi vida la paz y felicidad qué tanto había añorado.
Descubrí simplemente que me mentía a mi misma:
El amor que creí en ti ver, solo existió en mi mente y no formó parte de tu ser.
Porque lastimosamente he de admitir que: Fuiste, eres y serás...La quimera de mi existir. Ese amor inocente y juvenil que me hizo sentir viva mientras estabas junto a mí.
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