He descubierto al mirar a través de mis recuerdos y al buscar muy al fondo de mis sentimientos, que no es lo mismo amar a un hombre, que enamorarse del amor.
¡Desdichada de mí! ¡Pobre y triste tonta enamorada! Suspirando por amar y ser amada a pesar que ese amor no es más que una fábula por mi inventada.
¡Cuán fácil sería amar a alguien con rostro! Aún con sus defectos y virtudes. A alguien con nombre y apellido. Podría amarlo, si, mientras me ame. Podría vivir por él esperando, y al verlo llegar correría junto a él para jamás dejarlo.
Pero amando al amor ¿Cómo puedo saber si el amor se me fue, o es que nunca ha llegado? Sería más fácil amar a un rostro. Sabría que tiene defectos, y quizás algunos podría perdonarlos. O si no puedo perdonar, sin duda podría irme de su lado.
Pero al amor ¿Qué puedo perdonarle? Al amor ¿Cómo logro olvidarlo? Si mi amor es perfecto. Es tan cálido como la brisa, y como tal me envuelve. Camina lento, y nunca tiene prisa. Tiene la cualidad de siempre estar conmigo aunque no tenga rostro, ni tenga un apellido.
Mi amor vive en mis sueños. En mi alma hizo nido y se hizo mi tormento, al ser alguien a quien nadie iguala. Por ser mi amor perfecto.
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